Inma Mtz. De Icaya
(Grupo de Investigación Psicoanálisis-Educación de Vitoria-Gasteiz)
El 10 de noviembre 2014 se presentó en Vitoria-Gasteiz el libro de Lierni Irizar titulado: “La pérdida del humano. El modo en que se trata el sufrimiento, la enfermedad y la diferencia”, publicado por Ediciones Beta. Bilbao, 2014.
Esta actividad, organizada por el Grupo de Investigación Psicoanálisis-Educación del SCFBI en Vitoria-Gasteiz fue realizada en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa de la ciudad, con la colaboración de la Diputación Foral de Álava.
Presentó y moderó el evento Mar Pérez, psicóloga y psicoanalista practicante. Socia de la Sede del País Vasco de la ELP y miembro del Grupo de Investigación de Vitoria-Gasteiz. Agradeció el diseño del cartel a Aitor Corres Abaitua y tras presentar a la autora y a los participantes en la mesa, les dio la palabra.
Susana Viar. Psicóloga. Socia de la Sede de Bilbao de la ELP. Susana hizo un recorrido del libro destacando el trabajo de años de investigación, la cantidad de citas, datos y cuestiones que plantea, la manera didáctica de explicar tantos temas y la creencia de que es un libro que consultará a lo largo del tiempo.
De la primera parte destacó la posible felicidad del humano y el hecho de que hay muchos factores implicados en lo humano: subjetivos, sociales, culturales. El humano no es sólo biológico, es un ser de lenguaje y en lugar de adaptarse al medio para satisfacer su instinto como los animales, transforma el medio según sus ilusiones y deseos.
De la segunda resaltó el anonimato en la relación clínica y el hecho de que la hiperespecialización y el recurso a procedimientos técnicos y burocráticos introducen una fuerte objetivación y cosificación del enfermo. Frente a esto, otros enfoques plantean que la relación clínica se construye a través de la palabra, que cada paciente plantea un desafío moral y por ello la función del médico debe ser ética.
De la tercera extrajo que los sujetos con sus comportamientos, con su modo de vivir, por extraño que parezca, están tratando de buscar una solución a su sufrimiento, a su dificultad. Que respecto a la idea del bien y la normalidad no hay maneras válidas para todos. No hay protocolo que sirva para orientarnos en nuestra singularidad.
José Antonio Fdez. De Legaria. Psiquiatra en la Unidad de Psiquiatría Infantil de Vitoria-Gasteiz. Agradeció a Lierni el trabajo extraordinario, a contracorriente, en contra de esta sociedad de consumo capitalista y centró su intervención en la manera de tratar la enfermedad, el sufrimiento y la diferencia a través de su propia experiencia.
Relató, en un emotivo discurso, que ha dedicado la mayor parte de su vida a trabajar como médico, una profesión que le gusta y a trabajar con niños, que ha sido una cosa que siempre le ha ayudado. Pero, un día, se encontraba perfectamente, y al día siguiente no podía andar, no podía casi hablar, no podía vestirse, no podía comer. Lo que le pasó le hizo pensar que no somos nada, estamos perdidos, arrojados del paraíso, en la inmediatez de la muerte.
Comentó que las pérdidas con respecto a la enfermedad son manifiestas. La enfermedad aísla. “La gente te aísla sin querer, porque das miedo. No tú como individuo sino la enfermedad como tal. Te pone a distancia. Te quiere mucho pero, no te quiere cerca. Además, hace que gente que te quiere, sufra mucho”.
Agradeció a la universidad, a las Aulas de la Experiencia y a todos sus compañeros, porque son gente que le aportan muchísimo y es algo que le hace seguir vivo, aprendiendo.
Cosme Sánchez Alber, Técnico de Intervención Social en la Asociación Interbidea de Bilbao. Trabaja como educador social en el campo de las desinserciones sociales en Bizkaia.
Agradeció la invitación porque le ha permitido leer un texto que considera muy preciso y que es para él particularmente interesante puesto que toca un gran abanico de cuestiones sobres las que ha tenido que interrogarse desde su propia praxis en el terreno de las fragilidades sociales, la salud mental y las adicciones en el trabajo con las personas.
Expuso que el nuevo paradigma de la relación asistencial, la nueva gestión pública se ha burocratizado en exceso. Cada vez hay menos tiempo para el acto profesional y más papeles que rellenar. Incidió en que la aplicación de protocolos estandarizados, para que no haya pérdidas, para todos igual, inhiben el acto y, a su vez, plantean efectos muy notables de burn-out en las profesiones de atención directa. Destacó también la sustitución de los marcos teóricos fuertes de nuestras disciplinas por nociones que proceden del campo del marketing, las tecnociencias, la estadística y el capital financiero en aras de una pretensión de garantía total de eficacia y eficiencia. Concluyó que el libro de Lierni nos puede permitir orientarnos, estar advertidos, atentos de cara a poder inventar nuevas fórmulas que nos permitan sostener un ejercicio ético en las diferentes instituciones donde trabajemos. Poder dejar abierto un territorio para lo impredecible porque se trata de la imposibilidad de predecir lo que un sujeto hará, cómo aprenderá o bien de qué manera se aplicará en su particular búsqueda de un lugar en el mundo.
Lierni Irizar. Trabajadora Social. DEA en Ciencia y Humanismo. Doctora en Filosofía. Master en Salud Mental. Formación en Psicoanálisis a través de la ELP del Seminario del Campo Freudiano y amplio recorrido en el campo social, educativo y clínico. Tras escuchar las aportaciones, Lierni tomó la palabra y agradeció a las colegas de Vitoria la presentación del libro, a las personas que acudieron y a las que le acompañaron en la mesa. Manifestó que era un placer escuchar a personas de diferentes disciplinas, diferentes saberes. Cree que hay que pensar y que hay que intentar pensar juntos. Cada uno con sus saberes y sus no saberes. Poder pensar juntos y poner en circulación las reflexiones.
Se refirió a la propuesta del psicoanálisis de considerar al ser humano como un ser de lenguaje, un ser hablante, sexuado y mortal y precisamente, por esta condición, se introduce una falta que vivimos como algo perdido, algo que nos hace sufrir pero también algo que nos hace funcionar y, sin embargo, hay un empeño contemporáneo por no admitir nada de la pérdida. El negar esta pérdida es lo que nos lleva a un extravío en todos los campos.
Concluyó que no hay una receta válida para todos. El intentar normalizar, que todo el mundo funcione tal y como se considera adecuado en nuestra época, lleva, a veces, a gente a lo peor, a situaciones que no puede soportar. Planteó que de antemano no sabemos qué es lo que le conviene a cada persona. Hay que ir viendo, uno por uno y aceptar la idea de que hay imposibles, que no todo es educable, curable. Tenemos que pensar que uno no puede dejarse llevar solo por los protocolos, sino que hay que ver que se juega en cada situación.
La conversación posterior permitió concluir que el libro de Lierni nos orienta sobre cuál es la condición humana, qué nos humaniza y qué nos deshumaniza. Se recomendó leerlo.