Iñigo Martínez*
Esta es una referencia, en torno a la cita que encontramos en la página 208 del seminario, donde Lacan hace una observación sobre Gilles Deleuze y su libro “La lógica del sentido”.
“Cuando lean a Deleuze verán que él dice en algún lugar que lo esencial del estructuralismo […] es a la vez un blanco, una falta en la cadena significante, y su consecuencia de objetos errantes en la cadena significada.”
“Estructuralismo” es una etiqueta, algo así como un “diagnóstico filosófico” bajo el que se engloba a muy diversos autores, entre ellos a Lacan, pero también a Levy Strauss, a Jacobson, a Althusser o a Deleuze… Lacan, a lo largo del seminario, a veces se burla de que algunos comentaristas lo sitúen bajo esa etiqueta y otras veces dice que tampoco se está tan mal en ese cesto. Me remito al primer capítulo del Seminario, donde hace un juego de palabras con ese lugar de etiquetado como cubo de basura: lógico que se tengan ganas de salir a estirar un poco las piernas (por un lado); aunque, por otro, se le une bajo ese nombre con personas a cuyo trabajo tiene mucha estima, así que se podría estar en compañía más desagradable.
Ya al comienzo del seminario aborda la cuestión del estructuralismo, subrayando lo que se retoma en esta cita: que lo interesante de la estructura es que crea un vacío. No en vano está formalizando la inconsistencia del Otro desde el comienzo del Seminario.
En la lógica del significante J.A Miller apunta a que el estructuralismo fue mal interpretado como un TODISMO. Como si supusiera la pasión por un sistema cerrado de relación entre elementos. Pero, lo propio de Lacan -cito a Miller- es “haber mostrado la oposición esencial entre estructura y todo”. Eso dice en “la lógica del significante”, que trata del significante en su estado puro, en tanto que no significa nada, cosa que parece una vía contraria a la lógica del sentido, libro de Deleuze donde se ubica esta cita de Lacan.
Deleuze acudía a los seminarios de Lacan y estaba fascinado con él. De la relación entre ambos hay mucho escrito, muy interesante. Da para otra referencia: lo cierto es que cuando uno tira de un tema cae en la cuenta de que eso es infinito, y que no es por el lado de la cadena significante que se detiene.
Entonces, centrando ya la cita de Deluze, decir que está en sintonía con Lacan en la idea de que de que la estructura comporta un blanco. Deleuze lo denomina “casilla vacía” en un artículo de 1967 titulado “¿En qué se reconoce el estructuralismo?” Escribe que el estructuralismo conlleva algo que no es reconocible ni identificable. Se trata de una paradoja, pues ¿cómo sería posible reconocer un elemento sin identidad? Esto indica que no responde a la lógica de la identidad, no reviste la forma del ¿qué es? Está siempre desplazado respecto de sí mismo. Tiene como propiedad no estar donde se lo busca y ser encontrado donde no está. Deleuze asigna a la casilla vacía una importancia crucial. Dice: “no hay estructuralismo sin este grado cero”.
En su libro “la lógica del sentido”, publicado en 1969, ahonda en esa dirección: explica que la estructura envuelve un elemento paradojal que circula por las series. La forma propia de toda estructura se realiza en dos series simultáneas que son desiguales, pues una representa lo “significante” y la otra lo “significado”. Y. elabora la casilla vacía a partir de ejemplos tomados de Lacan: la carta robada de Poe o la deuda en el episodio del hombre de las ratas de Freud.
Entre las dos series está ese elemento paradojal, que circula a través de ellas: palabra blanca y objeto negro; que no tiene nombre en absoluto, que a veces se designa con nombres completamente indeterminados: aliquid, it, esto, cosa, chisme, trasto. Siguiendo a Lewis Carroll (en torno a cual giran muchas de las paradojas del sentido en el libro de Deleuze) las llama palabras esotéricas, palabras que tratan de nombrar la casilla vacía o el ocupante sin lugar (en un intento de designar lo que la palabra se llama, que sea a la vez palabra y cosa, palabra que diga su propio sentido). Entonces, la casilla vacía hace, por un lado, que la serie circule y, por otro, hay intentos paradojales de nombrar esa casilla, en la frontera entre las cosas y las palabras. El estoico Crisipo enseña: “si dices algo, esto pasa por tu boca; si dices un carro, entonces un carro pasa por tu boca”. He ahí un uso de la paradoja del sentido, tomado de la filosofía estoica, que es otro de los grandes referentes del libro de Deleuze.
Termino con una idea del libro, que me ha resultado interesante. El sentido está en la superficie. No se trata de un secreto oculto por descubrir en las profundidades, tampoco de algo elevado. El sentido que circula, es un efecto y no una causa. Es algo que se produce como efecto de lenguaje, algo como un vapor, inexistente, incorporal, en palabras de Deleuze. Nunca es principio, ni origen; es producto. Es producido por el sinsentido y su perpetuo desplazamiento. Cito a Deleuze: Desde el punto de vista de la estructura, siempre hay demasiados sentidos: exceso producido y sobreproducido por el sinsentido como defecto de sí mismo. El libro de Deleuze explora el juego del sentido y del sinsentido, en un caoscosmos lleno de paradojas.
Entiendo a veces como metonimia de la casilla vacía Deleuziana señalada por algunas paradojas, otras como agujero. Será el objeto a formalizado por Lacan en este Seminario el que viene a dar otra consistencia a la cosa.
Para acabar, una pequeña reflexión. Tengo la sensación de que la filosofía de Deleuze invita a la locura, que entiende la locura como algo subversivo y a profundizar. Si “la gramática es el fascismo” como decía Roland Barthes”, hay en su filosofía un esfuerzo por crear sentidos insospechados y acaba proponiendo, con Guattari, algo denominado “esquizoanálisis”. Para Lacan, por el contrario, la locura está de entrada, no se reivindica. Es parte del ser hablante. Se trata más bien de hacer un uso del lenguaje como lazo social, de ahí su noción de discurso, que supone, en cierta manera, el abandono de la estructura a favor del discurso, Es el paso de este seminario al siguiente, como señaló Mónica Marín en la pasada clase. Entonces Deleuze irá de la estructura a la máquina del sentido; y Lacan irá de la estructura al discurso.
* Trabajo presentado en el Seminario de lectura y comentario de textos del 12 de marzo de 2022 de la Antena Clínica de Bilbao, Curso 2021 – 2022, dictada por Miquel Bassols, dedicada a las lecciones 13, 14 y 15 del Seminario XVI, De un Otro al otro, de Jacques Lacan.